Familia Heyokarte
Heyokarte es una empresa familiar, un concepto de arte consciente que nace con el propósito de alimentar la conexión con lo sagrado, con la creatividad y el amor hacia el arte y la expresión del ser.
Nuestra Historia
Detrás de estos tambores hay un familia estilo ¨heyoka¨, es decir, diferente, graciosa y muy original.
Yarukatu o el ¨parce¨, como le dicen cariñosamente a los paisas colombianos, es el artesano y la mano artista tras el cuero y los aros del tambor. Creció en un pequeño pueblito cerca de Medellín, rodeado de naturaleza y lindas montañas pero también de inseguridad en sus calles. Esto le permitió conservar ese instinto nato de sobrevivencia que tanto lo caracteriza y un lado semi-salvaje y natural reflejado en su buen corazón. Sumando sus dones artesanales, el ¨parce¨ no tiene comparación, es único en semblante y en espíritu, como todo lo que crea con sus manos.
Con el pasar de los años se abrió mundo viajando, aprendiendo de otras culturas despertando su sed espiritual. Convivió con diferentes tribus indígenas en Colombia, donde fue iniciado en diferentes técnicas de sanación.
Aprendió de las artes culinarias cuando se fue a vivir a Japón y conoció otros tipos de artesanías renovando y estimulando su estilo creativo.
En una de sus travesías conoció la técnica que usa actualmente en la fabricación de sus tambores chamánicos que viene de la tradición Ojibwa, tribu nativo canadiense.
Finalmente viajó a las montañas de Cóndor Blanco al sur de Chile profundizando en su trabajo espiritual a través del chamanismo y lo ancestral, donde conoció luego a su actual pareja.
Un personaje así como «el parce» solo podía unirse con una mujer como Sarishala.
De sangre italiana, llena de vida, siempre espontanea y activa, curiosa y estudiosa de los saberes que curan el ser, esta rubia es la empresaria detrás de Heyokarte. Su sentido estético, sus habilidades sociales y su visión empresarial han permitido que estos mágicos tambores se expandan y lleguen a manos de diversas personas por todo el mundo.
Pero nos falta el tercer personaje, quizá para muchos, el más simpático de los tres. Ella es Amankay, fruto colombo-italiano y la máxima alegría de la casa. Esta ¨heyokita¨ de 5 años le hace honor a su nombre al ser una hermosa flor de fuego silvestre, salvaje, llena de energía, conectada siempre a su esencia e intacta en su autenticidad.
Si tienes la fortuna de visitar esta familia, te sentirás tan bien recibido y acogido que te será difícil despedirte, verás una niña inquieta y feliz porque no se ha dejado peinar pero sí disfrazar de sirena, hada o princesa. Estarás entre tambores, aros, artesanías, gritos al estilo italiano, dichos al estilo colombiano, comida deliciosa, plantas, gatos y perros, pero sobre todo, te rodearás de mucho amor. Con seguridad, alguno de los tres te sacará una risa así hayas tenido un mal día.
Esta es la familia Heyokarte y aquí nacen estos tambores. Imposible no ser originales, con alma y llenos de vida.